Ultrasonido, cavitación y ultracavitación técnicas de medicina estética que emplean estas ondas de baja frecuencia conoce la diferencia de cada técnica para que puedas sacarle el máximo provecho a tus tratamientos de belleza.
Las ondas de baja frecuencia, imperceptible para el oído humano, poseen la cualidad de poder transformar el medio en que se aplican lo que hace que tengan ilimitadas aplicaciones, en ámbitos industriales, militares, y sobre todo en la medicina, tanto terapéutica como estética.
Al hablar de las técnicas de medicina estética que emplean estas ondas de baja frecuencia se nos viene a la mente el ultrasonido, la cavitación y la ultracavitación. Términos que frecuentemente generan confusión, por ello, en esté artículo te contamos la diferencia de cada técnica para que puedas sacarle el máximo provecho a tus tratamientos de belleza.
Ultrasonido
Para entender las diferencias, debemos primero entender que la función del ultrasonido en si mismo actuará de manera diferente sobre los tejidos en función con la emisión y la frecuencia. Entendiendo que, a mayor frecuencia menor penetración en el tejido y viceversa.
Los hercios son la unidad de medida de las ondas sonoras y se refiere a las vibraciones por segundo.
Hz es igual a una vibración por segundo.
Kilohercio (KHz)= 1.000 Hercios
Megahercio (MHz) = 1.000.000 Hercios
Los ultrasonidos se miden en MHz mientras que la ultracavitación se mide en KHz. En medicina de rehabilitación el más utilizado es el ultrasonido de 1MHz y para la medicina estética se emplea una potencia de 3Mhz.
El ultrasonido es de gran utilidad como complemento de otros tratamientos estéticos no invasivos.
Que la capacidad de penetración sea menos profunda no quiere decir que sea poco efectiva, por el contrario, la acción del ultrasonido sobre los tejidos causa un micromasaje celular y molecular logrando efectos terapéuticos mucho más efectivos en tejidos normalmente hidratados y menos profundos. Pudiendo ser aplicado para:
- Celulitis
- Varices
- Acné
- Edemas
- Cicatrices
- Estrías
- Trastornos circulatorios localizados
- Mejora de la circulación y el drenaje linfático
- Estimular las fibras de colágeno y tensar las zonas donde existe flacidez
Gracias a este último punto es común que el ultrasonido sea empleado en técnicas de rejuvenecimiento facial, aunque debe considerarse que no tiene el mismo efecto que la radiofrecuencia.
Cavitación y Ultracavitación
El ultrasonido a baja frecuencia, penetra a mayor profundidad en el tejido y cuando es utilizado sobre el tejido graso o celulítico, produce un fenómeno particular llamado cavitación, este genera pequeñas burbujas gaseosas en el interior del tejido adiposo en el espacio intersticial entre una célula y otra.
Estas burbujas, durante la aplicación ultrasónica, se comprimen y expanden millones de veces por segundo hasta implotar, produciendo la rotura y la consecuente eliminación definitiva de la celulitis adiposa. El resultado final del tratamiento con ultrasonido cavitacional es la eliminación definitiva de las células adiposas tratadas.
La cavitación es una técnica ideal para eliminar la grasa localizada
La diferencia entre la cavitación y la ultracavitación reside nuevamente en la frecuencia, la cavitación tiene una frecuencia de resonancia de entre 37 kHz y 45 kHz, mientras que la ultracavitación emplea los 40W – 45W. La propiedad principal de una mayor frecuencia está en poder discriminar el agua de la grasa destruyendo solo estas últimas sin dañar la microcirculación.
Es un moldeador del cuerpo con el cual se obtienen resultados en pocas sesiones.
Permite resultados visibles en prácticamente la totalidad del cuerpo a partir de la primer sesión, logrando una importante reducción de 1 a 5 cm del perímetro y sobretodo la eliminación progresiva y permanente de cúmulos adiposos con un efecto duradero.
Se trata de un sistema que asegura eficacia y estabilidad a lo largo del tiempo. No existe inflamación ni alteración de los tejidos circundantes, por lo que no hay tiempo de reposo tras el tratamiento.
Normalmente los tratamientos duran 30 minutos, que se reparten en una sola área de trabajo: abdomen, glúteos, zona externa o interna de la pierna. Para realizar el tratamiento estético se recomiendan entre 6 y 12 sesiones, una cada semana, tiempo necesario para que el organismo elimine la grasa.
La aplicación de la Ultrasonocavitación es para disminuir lipodistrofias ubicadas, no para obesidad mórbida. El resultado puede variar dependiendo de la respuesta personal de cada paciente.
Durante el tratamiento se aconseja beber muchos líquidos, hacer ejercicio con regularidad y evitar comer alimentos con grasas con hidratos de carbono durante.